
Gritos, expresiones de menosprecio, insultos, encerronas en despachos, amenazas, intimidaciones, coacciones y hasta expedientes disciplinarios inventados.
Estos Directores, afortunadamente pocos, van minando la moral de los trabajadores hasta el punto de tenerlos acobardados y amedrantados hasta que caen enfermos.
Desde este foro público pedimos a los Órganos Superiores de la Consejería su actuación inmediata, para erradicar el comportamiento de estos Directores, que no debería tener cabida en esta sociedad del Conocimiento; evitando así que estos trabajadores acudan a su puesto de trabajo depresivos, con ataques de ansiedad, angustiados o empastillados de ansiolíticos.